martes, 18 de diciembre de 2012

Análisis semiótico de la película de 2008 Batman: El Caballero de la Noche de Christopher Nolan



El bien y el mal han existido desde el principio, desde cualquier punto de vista creacionista se ha debatido este tema, ya sea desde la cristiandad, desde hinduismo o cualquier religión o sistema de creencias, siempre sus dioses han representado el poder divino en cuanto a lo bueno y también a lo malo, cada pro tiene un contra, todo ser u objeto tiene un contrario (hombre-mujer, día-noche, bien-mal).
Bruce Wayne, de niño cayó por un pozo obscuro, de allí nace su temor por la oscuridad y los murciélagos, al ver morir a sus padres en manos de un criminal desesperado por dinero, crece con ese trauma, al tener que vivir una vida solitaria al lado de Alfred su mayordomo. Cuando vuelve a su mansión siendo un adulto decide compartir su mayor temor con los mafiosos y criminales de Ciudad Gótica, jurando venganza por todas las infamias que se comenten en la ciudad, es cuando adopta su nueva personalidad nocturna como Batman, disponiendo su vida para luchar contra las injusticias que su padre en vida trató de solventar en Gótica.
Es allí donde el mito se vuelve real, los únicos en la mitología grecolatina que poseían la cualidad de deidades vengadoras eran las Erinias, aunque estas divinidades eran femeninas, poseían una característica física como la de Batman, alas de murciélago, es prácticamente la única cualidad semejante que ostenta.
En la mitología grecolatina se habla de monstruos que eran mitad hombre, mitad animal como: centauros, sátiros, sirenas, minotauros, entre otros; Batman es la combinación de un hombre con un murciélago.


En esta secuela, Batman tiene un nuevo villano a quien derrotar, el Guasón o Joker, quien juega con la mente de las personas, no es el típico villano que pelea, roba y mata por poder o dinero, el solo lo hace para que haya un reino de caos, para desatar la peor parte del ser humano, por ejemplo con Harvey Dent, todos creían que era la mejor opción para senador, pero al perder el amor de su vida aflora su lado oscuro, tomando venganza por su propia mano.
Aunque nunca se dice que el Guasón estaba en el manicomio y escapó, se cree así porque al final de la primera parte, él deja su tarjeta de presentación a la ciudad.
El Guasón puede ser comparado con Batman, tiene un trauma, ambos, de su niñez, el uno por perder a sus padres y el otro por ver el maltrato de su padre hacia su madre, y ser marcado de por vida con una sonrisa, que él hace su símbolo distintivo, aunque más adelante cambia la historia diciendo que él se hizo las marcas para demostrarle a su esposo que no le importaban sus cicatrices.
“Bruce Wayne no es bondadoso de corazón ni lucha por los ideales de justicia, verdad e igualdad, […] ni tampoco lo hace por los oprimidos; Batman es movido por su venganza, por un profundo sentimiento de desilusión con una sociedad a la cual ve corrupta”[1], Batman se puede interpretar según lo que dice Jung, que utiliza un fachada para el día y una máscara para la noche.
Batman aunque emerge de las sombras representa el bien, parcialmente, y el Guasón como su antagonista representa el mal, la maldad pura.
Batman tiende a causar un efecto dominó en la sociedad al ser el utópico del héroe que los hombres comunes quieren ser, de allí todos aparecen suplantando al Batman original. Los mafiosos ya no se reunían en la noche sino en el día por temor a Batman, es decir, él logró compartir su temor con sus némesis.
En la jefatura comparan a Batman como un mito, así como pie grande. “Los mitos no hablan de un mundo justo ni feliz, ni gana siempre el bueno, si no que prevalece la voluntad de los dioses”[2], que en todos los casos no son tan buenos como muchos los pueden imaginar, por ejemplo Zeus no era un dios pacífico, como en el mito de Prometeo (quien regala el fuego [entendimiento, luz] a los humanos) puede ser cruel y despiadado.
El prototipo escultural que representa a Batman solo es semejante al de la mitología griega (comparado con Adonis), donde él posee características de un semi-dios, de día es un multimillonario playboy que despilfarra sus riquezas en cosas vanas, pero de noche se convierte en el vengador justiciero que quiere acabar las injusticias que se desarrollan en Ciudad Gótica.
Rachel dice “No dejes a la suerte algo tan importante”, Harvey responde “Yo fabrico mi propia suerte”, al final sus palabras fueron en vano, porque él dejó a la suerte el destino de sus victimas



Las sombras representan un lugar seguro para Batman, aunque es el mayor temor de Bruce. “La sombra representa las emociones reprimidas y pensamientos que viven dentro de nuestro subconsciente. Estos son los rasgos, temores y pensamientos que a menudo se esconden de los demás y de nosotros mismos - nuestro lado oscuro”[3]
Psicológicamente es muy parecido a Hades (dios del infierno, inframundo o Seol), refugiado en las sombras, sin el amor de una mujer, la única mujer a quien pudo haber amado muere en brazos de un cruel juego del Guasón. Amparado en sus tinieblas, confusiones, traumas y desdichas decide tomar acción ante el Guasón.
Alfred Pennyworth (Michael Caine) y Lucius Fox (Morgan Freeman) representan la experiencia, son la voz del tiempo y la sabiduría.
“Hay hombres que solo quieren ver arder el mundo, por diversión” estas son las palabras con las que Alfred describe la personalidad del Guasón.
La escena cumbre de la película es en la que el Guasón reta a Batman a atropellarlo con la moto y acabar con ese dilema, pero los principios morales de Batman, aunque impulsado por la venganza, le impiden cumplir con lo que el Guasón le pide.
La música de la película es disonante, ya que ésta no genera gusto o tranquilidad a quién la esté escuchando, está realizada para este propósito.
El Guasón juega con la mente de Batman, con sus más bajos instintos, despierta al vengador que el reprime para hacer el bien, el Guasón no es un criminal que planea, solo se deja llevar por la situación.
“Incorpora algo de anarquía, altera el plan y el mundo se vuelve un caos” palabras dichas por el Guasón para despertar la maldad de Harvey.
Cuando Batman toma el invento de Lucius y lo aplica a cada teléfono de Gótica, crea el poder de ser omnipresente, una cualidad poco tenida por los dioses, aunque él sabe que su poder es limitado, lo sede a la voz de la experiencia, con la condición que al terminar con sus planes la máquina sea destruida.
Aunque uno de los planes del Guasón era demostrar que cada ser en la ciudad era igual a él, que no tenían moral, las personas reaccionaron de manera positiva, aunque el único que se vio afectado por sus juegos mentales fue Harvey.
No obstante por el bien de la ciudad Batman decide convertirse en el villano para no dejar en mal estado al ser (Harvey) que consideraron como salvación a la ciudad, que al caer en los juegos del Guasón se convierte en el villano que él quería.
El Guasón crea un juego de mentiras, engaños y decepciones para muchos en la ciudad, pero Batman sabiamente no se deja llevar del todo por sus instintos de venganza, no deja en manos de la ley lo que él puede hacer, y toma decisiones por su propia mano cuando es conveniente. La lucha entre el bien y el mal continúa, aunque pareciera que todo estará bien, no es así, el (Batman) se convertirá en el ser más odiado de la ciudad para no dañar la fachada que trataron de cultivar de Harvey Dent, para conservar el recuerdo de que aún pueden existir buenos hombres en medio del caos. Según el Guasón, Batman y él son agentes del caos.

Pizzadillas

Si necesitan una receta rápida, fácil de hacer y con la cual van a quedar satisfechas, las pizzadillas son la solución perfecta.
Es una mezcla entre pizza y quesadilla, por si no saben por cuál de los dos platos decidirse, se puede hacer con los ingredientes o toppins de su preferencia, y acompañarla con salsa de tomaste, tipo pasta, para darle el toque y sabor de pizza.

Ingredientes:
- Tortillas de harina
- Queso mozzarella (preferiblemente rayado)
- Pepperoni (o jamón)
- Pimentón
- Cebolla morada
- Champiñones
- Aceitunas negras
- Salsa de tomate (para pizzas o pasta)

Preparación:
Corta todos los ingredientes en pedazos pequeños para que quepan dentro de la mitad de la tortilla.
Para cada pizza que hagas, calcula más o menos 1/3 de taza de queso rallado, éste lo vas a poner en la mitad de la tortilla (de un lado), luego ponle los demás ingredientes al gusto.
Al terminar de ponerle los ingredientes, dobla la tortilla, cubriéndolos.
Cuando la tortilla esté doblada, ponla en una sartén, y la hornilla a temperatura media. Déjala ahí cocinando hasta que este marroncita y crujiente, cuando esté así, dale la vuelta para lograr lo mismo del otro lado.
Una vez que este crujiente por ambos lados, ponla en un plato y córtala por pedazos triangulares como lo hacen normalmente con las quesadillas.
Cuando tengas tus pedazos listos, puedes mojarlos en la salsa de tomate para darle más sabor.

Fuente Original: Erika Tipo Web